La cirugía de Mohs es una técnica quirúrgica precisa que se utiliza para tratar el cáncer de piel.
Durante la cirugía de Mohs, se extraen capas delgadas de la piel que contienen células cancerosas para examinarlas. En el caso de persistir el tumor se amplía la extracción sólo por la zona donde éste persiste, hasta que sólo queda tejido sano, sin células cancerosas. Esta técnica permite reducir el riesgo de recidiva del tumor a menos del 1%.
Existen muchas variantes de cirugía de Mohs segun la forma en cómo se analiza la pieza extirpada. Hoy os mostraremos en este post, un pequeño resumen de cómo es el análisis de estas piezas extirpadas.
A diferencia de la cirugía convencional, en esta cirugía se extraen dos piezas. Una primera pieza llamada debulking en la que se extirpa la parte visible del tumor (aquello que a simple vista identificamos como tumor). A continuación se realiza una segunda extirpación en la que se extrae todo el margen de la lesión. En ese momento la pieza es marcada y fijada y se realiza un dibujo/esquema para orientarla correctamente.
Foto 1: A la izquierda podemos observar el debulking (en este caso correspondía a una cicatriz de un carcinoma basocelular que había sido operado por cirugía convencional en tres ocasiones siendo siempre los márgenes afectos) y a la derecha la muestra para análisis de los márgenes
Foto 2: Esquema de la localización y tamaño del tumor
Esta pieza es procesada por técnicos de laboratorio que la cortarán y la teñirán para su posterior análisis. Este proceso puede durar desde una hora a varios días. Es una fase muy laboriosa en la que serán cortados y procesados todos los márgenes del tumor
Foto 3 y 4: Dermatotomo para el procesado y laminillas teñidas y preparadas para su observación al microscopio
Una vez teñida las laminillas se miran al microscopio buscando si persiste tumor en alguno de sus márgenes
Foto 5: al observar al microscopio se detecta presencia de tumor en uno de los márgenes
Ante la presencia de tumor se realiza una segunda intervención, en la que se extirpará únicamente la zona donde persistía el tumor y se realizará un nuevo análisis histológico (A esta segunda intervención la llamamos etapa II). El proceso se repetirá las veces que sean necesaria hasta que no quede tumor.
Foto 6: defecto quirúrgico después de tres etapas en la que, finalmente, el tumor se extirpó en su totalidad
En resumen esta técnica quirúrgica es más laboriosa y larga que una cirugía convencional, en ocasiones puede durar semanas, pero permite la extirpación completa del tumor conservando al máximo la piel sana.
En Epidermos te ofrecemos siempre el tratamiento más adecuado a tu problema, de la mano de los profesionales más actualizados en cada especialidad. Este artículo y las capturas ha sido creado gracias a la colaboración de nuestro especialista en cirugía oncológica cutánea, Dr. Emili Masferrer i Niubò _ Dermatólogo especialista en Cirugía Oncológica Cutánea y en Dermatologia Médico-Quirúrgica y Venerealogía.